16.11.2022. La innovación a través de la digitalización y sostenibilidad es uno de los principales retos que la empresa familiar afrontará en 2023. Así lo considera Berta Rivera, economista y directora de la Cátedra de la Empresa Familiar en la Universidade de A Coruña. Para la especialista, la incertidumbre del momento económico actual sitúa la innovación, junto con el mantenimiento de un crecimiento sostenible que permita mejorar aspectos de competitividad como prioridades para las empresas familiares.
En un contexto económico adverso, las empresas familiares tienden a poner en marcha planes de contingencia más dinámicos. ¿Cuál será el primer elemento a proteger?
Ante la situación de ralentización económica actual y, las predicciones futuras, el empleo es un elemento básico a proteger, fundamentalmente en lo que se refiere a la captación y mantenimiento del talento en las empresas. En estos momentos, un capital humano especializado y de calidad permitirá a las empresas hacer frente a la gran necesidad de competencias y habilidades que cada vez se vuelven más imprescindibles.
La inflación, aunque a la baja en los últimos meses, se presenta como un elemento clave en el desarrollo económico en 2023. ¿Cómo cree que actuarán o deberían actuar las empresas familiares para afrontarla?
La evolución general de la economía, y, en concreto las tensiones inflacionistas actuales, tienen un importante impacto en los resultados empresariales. El incremento del coste de las materias primas y los costes energéticos son las principales partidas a las que se les atribuye un mayor impacto, particularmente en algunos sectores de actividad. La subida de tipos de interés también afectará a las empresas que tendrán que enfrentarse a gastos financieros más altos y restricción de crédito en algunos casos. La reestructuración de costes no laborales, entre ellos la deuda, se configuran como elementos relevantes respecto a los altos niveles de incertidumbre existentes.
¿Cómo valora la evolución de las empresas familiares gallegas en el año 2022? ¿Cómo cree que evolucionarán en el 2023?
Las empresas familiares se han enfrentado a importantes retos en el año 2022 pero han seguido comportándose como grandes protectoras del empleo, manteniendo, e incluso incrementando sus plantillas. Las previsiones económicas para el 2023 no son optimistas, con sucesivas reducciones de las tasas de crecimiento previstas y niveles de inflación todavía muy elevados. Además de la inflación, muchas industrias siguen sufriendo problemas en la cadena de suministros, agravados por la guerra de Ucrania. Estos datos probablemente tengan repercusiones sobre la recuperación de las empresas y la vuelta a niveles previos a la pandemia del COVID y, ralentice el crecimiento de los resultados del próximo ejercicio.