13 de abril de 2021. Elena Rivo, codirectora de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Vigo, destacó el “importante proceso de cambio generacional” que están experimentando las empresas familiares en Galicia en torno a la sucesión, en un proceso en el que “la familia se va retirando más de la dirección e interviene en mayor medida en órganos de gobierno como accionista”, durante su participación en el nuevo ciclo de los Martes de Consejos del Club de Consejeras de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar, centrado en esta temática.
Rivo remarcó que, en el año 2000, el 66% de las empresas familiares contaban con un consejo de administración, pero “no lo consideraban muy útil”, mientras que en la actualidad cada vez más compañías cuentan con su propio protocolo familiar para garantizar su sucesión y continuidad más allá de la primera generación, además de otros órganos como la asamblea familiar o el consejo de familia.
Esto se debe, como apunta el análisis expuesto por la académica y empresaria, a la “creciente conciencia” sobre las características particulares de las compañías de propiedad familiar desde los años 90, con la creación del Instituto de Empresa Familiar, las asociaciones territoriales y agrupaciones europeas y la creación de las cátedras de empresa familiar en las universidades.
“En la actualidad, en las empresas familiares se prima la pregunta ‘¿qué puedo aportar yo en este momento a la empresa y a la familia?’ y se establece un perfil de sucesión, incluyendo a profesionales no familiares e introduciendo herramientas de continuidad como la family office”, señaló la codirectora de la cátedra de la Universidad de Vigo.
Rivo puso también el acento en la importancia de detectar “las trampas” de la empresa familiar para evitar caer en errores que erosionan la unidad y el compromiso. “En ocasiones se sigue confundiendo el gobierno con la dirección o la propiedad con la administración porque muchas veces creemos que los sabemos todo y que estamos inmunizados por conocer estas cuestiones”, remarcó, y destacó la relevancia de contar con un protocolo familiar con antelación suficiente al momento de la sucesión.
El coloquio, moderado por la directora de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar, Margarita Hermo, y la presidenta de Galuresa, Dolores Martínez, contó con la participación de Marian Mouriño y Tona Martínez, consejera delegada de Grupo GES y miembro del consejo de administración de Finsa, respectivamente, quienes compartieron su experiencia en el proceso de sucesión de sus empresas familiares.